miércoles, 14 de octubre de 2009

La Anciana


Un ganso chino y una avutarda discutían sobre cual era el animal más importante de la estepa y en esta confrontación estaban, cuando paso por allí una liebre siberiana, que viendo tan acalorada conversación, no pudo por menos que mediar y les dijo: creo que lo la única forma de saber la respuesta es que consultéis a la anciana. El ganso y la avutarda se miraron extrañados, preguntando a dúo quien era la anciana. La anciana era una vieja tortuga que vivía a las orillas de un lago de aguas tranquilas y oscuras, alimentado por un afluente del Lena. Todos los animales de la estepa habían oído hablar de ella, a sus padres y a los padre de sus padres, algunos decían que siempre había estado allí y en realidad ni la anciana recordaba cuando había nacido y todo el mundo la consideraba la más sabia de la estepa, siendo por ellos respetada. Ni el ganso ni la avutarda creyeron de su existencia ya que ellos en la estepa estaban de paso y e rieron de la liebre, esta deseando conocer la respuesta, pensó en ir verla por su cuenta, sin apercibirse que una marta cibelina que le había seguido el rastro, había permanecido escondida escuchándolo todo el rato y también decidió seguir la liebre y así poder conocer también la respuesta. Al final del día la liebre llegó al lado del lago encontrando a la anciana, que allí tranquila un poco de pasto masticaba despacio. La liebre la saludo atenta sin obtener respuesta e impaciente le planteo su pregunta, la anciana tranquila mordió algo más de pasto, siguió masticando y al cabo de un rato dijo: Es una pregunta vanidosa y fácil responder, solo tienes que asomarte a la orilla del lago y tendrás tu respuesta. La liebre hizo lo que la anciana le dijo y vio la imagen de una liebre blanca, contenta y ufana del ganso y la avutarda fue a su busca, cuando los hallo les explico lo que le había acontecido y que el animal más importante de la estepa era la liebre. Cuando la liebre se marcho, la avutarda impaciente decidió volar por encima del lago y comprobar la respuesta, cuando miro el agua solo una avutarda vio, contenta y ufana de largo paso diciéndose que la liebre era muy mentirosa, que el animal más importante de la estepa era la avutarda. El ganso que a la avutarda seguía, también miro y al verse reflejada lo mismo pensó, así que en busca de sus hermanos voló para contarles que ellos los gansos eran los más importantes de la estepa. Ninguno de los dos vio la marta cibelina como se alejaba del lago orgullosa, al marcharse la liebre y habiendo escuchado a la tortuga, también ella se había asomado a la orilla del lago y también creía que el animal más importante de la estepa era la marta cibelina. Desde entonces todos de los animales de la estepa entre si desconfían y se consideran unos a otro mentirosos, reina la desconfianza y la envidia mientras que la anciana tranquila se sonríe y mastica lentamente un poco de pasto contenta, que nadie ya la molesta.

Andrew 10/09
Cuentos de la estepa

martes, 6 de octubre de 2009

LA PIEDRA Y EL PAJARO III


La piedra estaba en mitad del camino
solida serena sin sentir ni conmoverse
vista de cerca lucia vetas verdes
y se antojaba hermosa aunque una
blanca mancha tenia, era excremento
del pájaro que no muy lejos se veía
pasaba volando desbordando vida
luciendo su plumaje suave y ligero
a la piedra se enamoro de su belleza
le pidió que en el camino se posase
y compartiese con ella su existencia.
Ahora volaba y cantaba sobre ella,
no se detenía sino para depositar
su regalo y la piedra satisfecha
sentía que la quería porque decía
que era para ella alegría y su
presente la prueba de este amor.


Andrew 10/09
Cuentos de la estepa

lunes, 5 de octubre de 2009

LA PIEDRA Y EL PAJARO II


La piedra estaba en mitad del camino
solida serena sin sentir ni conmoverse
vista de cerca lucia vetas verdes
y se antojaba hermosa aunque dos
pardas manchas tenia, era la sangre
del pájaro que no muy lejos se veía
paso volando desbordando vida
luciendo su plumaje suave y ligero
a la piedra se enamoro de su belleza
y lo golpeo derribandolo para que
compartiese con ella su existencia.
Ahora yacía sin vida y como ella,
no se movía sereno sin sentir ni latir
y la piedra insatisfecha ya no sentía
ese amor porque según decía
ya no tenia esa alegría ni reía
que en un principio le cautivo.


Andrew 10/09
Cuentos de la estepa

domingo, 4 de octubre de 2009

LA PIEDRA Y EL PAJARO I


La piedra estaba en mitad del camino
solida serena sin sentir ni conmoverse
vista de cerca lucia vetas verdes
y se antojaba hermosa aunque dos
pardas manchas tenia, era la sangre
del pájaro que no muy lejos se veía
paso volando desbordando vida
luciendo su plumaje suave y ligero
a la piedra le pareció muy extraño
y lo golpeo derribandolo. Ahora yacía
sin vida y como ella, no se movía
sereno sin sentir ni latir y la piedra
satisfecha ya no sentía extrañeza
por esa otra piedra que volar
no debía.


Andrew 10/09
Cuentos de la estepa

jueves, 1 de octubre de 2009

Achömitz

Me pusieron un plato y encima de el una jagdwurst (salchicha austriaca del cazador) de tamaño familiar y un trozo de queso que no tenia nada que envidiar a las ruedas de gruyere suizas. Sonreía tímidamente agradeciendo el cumplido, mientras pensaba cuantas megacalorías debería contener ese vagón de metro, me plantaron enfrente mi tercera botella de cerveza, evidentemente porporcional a la jagdwurst o sea de 500 cl, según dijerón para ayudarme a digerir el almuerzo. Me consolé pensando que habíamos madrugado para la cacería y necesitaba alimentarme, aunque viendo que eran sólo las 11 de la mañana mi consuelo duro poco. Se me acerco otro cazador sonriendo y después de darme un golpecito en la espalda de aquellos que hacían saltar una dentadura postiza, brindo conmigo, vaciando de un trago media botella, yo me preguntaba como lo habría conseguido porque era evidente que si no realizaba la misma proeza se sentiría ofendido, así que hice lo que pude sin tirarme demasiada cerveza por encima. La verdad es que desde que llegué a Austria invitado a esta cacería por una familia amiga de la mía, no había parado de recibir atenciones y recordando la frialdad de los vieneses en un viaje anterior, en esta ocasión me tenían aclaparado, claro que esto era Achömitz un pueblecito encantador tocando a la frontera con Italia y Eslovenia. El grupo de caza estaba muy satisfecho, los españoles (me había traído un par de amigos) habían traído la suerte y era la mejor cacería de los últimos años, yo para variar había tenido que mirar para otro lado y no tener que verme obligado a disparar a un ciervo, en una clara contradicción de mi carácter, que disfrutaba de estos ambientes, pero no del acto propio de la caza. Como decia, estaba pensando por que extremo debía empezar a devorar la mega salchicha cuando vi llegar otro cazador con la misma intención que el anterior, este era precavido y se traía dos nuevas cervezas por si acaso hubiese acabado con la que tenia desde hacia 5 minutos, y aprovecho el nuevo brindis para ponerme su sombrero tiroles y fotografiarse a mi lado como mi mejor amigo. Volví a sentarme para poder concentrarme en mi salchicha, cuando oí una especie de chirrido que fue subiendo de tono, hasta que lo pude identificar como una nota emitida a "cápela" pronto se le unieron otras y se formo un coro, después de unos carraspeos conseguírón una armonía bastante notable y dando en conjunto un resultado espectacular, yo estaba realmente asombrado de la buena voz de esta gente. El resto del almuerzo transcurrió entre brindis, cantos y abrazos, hacia las dos de a tarde empezamos a recoger y pensé que volvíamos al pueblo. Que poco conocía a mis nuevos amigos ! Simplemente nos trasladamos a una cabaña en medio del bosque para seguir bebiendo y cantando, si alguien os dice que los austriacos son fríos no os los creáis en mi vida me habían abrazado en tantas ocasiones, yo seguí las costumbre para evitar desentonar pero para evitar esto último precisamente no me uni a los coros. Creo que aguante dignamente hasta las 6h de la tarde cuando debía sujetar mi décima o doceava cerveza porque a estas alturas ya las contaba por pares, sus cantos por cierto a partir de esa hora empezaron a degenerar con ciertas notas discordantes. A eso de la 8h ya lo veía todo un poco borroso y no tengo claro que sujetaba, me parece que era la mano de alguien, sospecho que era la de la mujer de alguno de ellos, pero bien podría haber sido una mano masculina de todas formas gracias a dios no paso de ahí (creo?) hacia las 10h por fin recogimos y nos fuimos ... hacia el pub del pueblo, en este cambio perdimos (como minímo) a dos miembros del grupo que se internaron temerariamente en el bosque al dejar la cabaña mientras cantaban e intentaban bailar por encima de unos árboles caídos. No puedo contar mucho más, a partir del Pub, ya no recuerdo nada, cosa que por lo que me contaron de mi comportamiento al día siguiente fue de agradecer, para no morirme de vergüenza, mi único consuelo es que poca gente recordaba claramente nada de esa noche. De todas formas este relato es mi último brindis, que dedico a toda esa gente, a los que sólo puedo recordar con mucho cariño y afecto por hacerme sentir como en familia.