Así veo la vida, sin ojos
para ver lo que otros
enseñan que solo ciegan
e impiden que vea
del sol su calor y brillo
de la luna su desnudez
y los azules plomizos
de las nubes al llorar
Así oigo la vida, sin orejas
para el ruido de la gente
con sus tonta cháchara
que mi piel ya escucha
toca y se deja acariciar
por la música del viento
el musgo besando la tierra
el frío liquido del azul mar
Así vivo la vida, sin cerebro
que el odio y temor a otros
otra gente puedan inculcar
que mi corazón siente
de la gente el cariño
de los niños, el alma brillar
Andrew 12/09
martes, 22 de diciembre de 2009
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