martes, 8 de diciembre de 2009

El ladrón de carros ...


Cogí mi detergente habitual y lo introduje en el carro, entonces lo volví a ver. Un hombre de unos cincuenta y pico años, vestido correctamente aunque mal afeitado y que me miraba con cara de pocos amigos; aquel hombre y una señora que el acompañaba me vigilaba desde el corredor de las conservas, en el corredor de las pastas pensé que les había dado esquinazo pero ahora el hombre venia de frente y se dirigía a mi directamente. Poco amigo de encuentros con extraños, gire mi carro 180º para evitarlo, pero al otro extremo la señora que le acompañaba bloqueaba el otro extremo del corredor, me habían acorralado, pensé que ¿porque me preocupaba? seguramente me confundirían con algún conocido, así que seguí mirando los productos del estante como si tal cosa. El hombre se paro a mi lado, no podía ignorarlo así que lo mire sin decir nada, abrió su boca y dijo:
-Mi carro! ...
-Como? respondí sin entenderlo
-Tiene mi carro, me lo devuelve?
Mire el carro y me di cuenta que el contenido de este no contenía mi compra
-Le llevamos siguiendo desde que se lo ha llevado, en la pescadería!. Ese es nuestro carro.
Farfulló. No acerté más que a murmurar una torpe disculpa mientras se lo devolvía, y contemplaba como se alejaban con su carro y mirada ofendida ... más tarde con mi carro recuperado, aquel hombre me alcanzo de nuevo y extendiendo el brazo me entregó un detergente espetandome:
-Esto es suyo!
Estaba ya fuera del supermercado, comprando caramelos en un puesto del centro comercial y al marcharme recordaba sonriendo lo sucedido, cuando oí que alguien exclamaba
-Señor disculpe! El carro que se lleva es mio!! ...
No lo dudé le devolví el carro, me asegure que el otro que parecía olvidado fuera el mio y me marche abochornado sin levantar la mirada del suelo ... no pensaba soltar mi carro hasta que llegase al coche ...

1 comentario:

  1. A si que Manolo escobar te dedicaba a ti la canción!
    Estoy imaginándome a la señora perfectamente- Ese carro es mío-
    -Si señora, me daba pereza hacer la compra y perderme por los dichosos pasillos y me he dicho, esta señora tiene pinta de comer bien-
    Si le dices eso encima se cree que la estás llamando gorda.
    Un saludo, Clorata de Potasa
    Me pasaré por aquí a leer tus anécdotas

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